miércoles, 8 de diciembre de 2010

LOS NIÑOS DE GAFAS CON PARCHE


La vida de muchos se nos resume entre dos cristales.

Hay muchas formas de llevar la filosofía de las gafas, pero solo una de ponérselas.

Hay varios tipos de personas con gafas: Los que desde pequeño las han llevado , tenian un parche en el crital y eran un poco raros; los que las llevaban con un hilo a lo mujer cosiendo ganchillo; los que las han llevado siempre e inexplicablemente ahora ven bien; los que en la E.S.O nos dimos cuenta que nos hacia falta preguntarle al de al lado para leer la pizarra; los que son mejores que nadie y se ponen lentillas; los que han llevado 100 pares y parece que nunca van a dejar de perderlas; los que se gastan un pastón en una montura sin cristales porque las gafas de pasta están de moda, o pero aún se ponen cristal sin graduar; o incluso aquellos que parecen que duermen con las gafas puestas y cuando se las quitan no sabes si es tu amigo o su hermano mayor.


La verdad es que es un coñazo entrar a un sitio y que se te empañen, porque dejan de cumplir su función y si has quedado con amigos en un sitio, y te las pones para encontrarlos (es mi caso) te toca ‘poner las largas’ para poder encontrarlos, y ya directamente te expones a que se rían de ti porque no ves una mierda. Además siempre están sucias, y cuando llueve se te mojan y nos ves tampoco nada.

Me da la sensación de que los peores son la gente como yo: aquella que las necesitan para todo, pero no se las ponen y no terminan de aceptarlo. Te das cuenta de eso porque cuando alguien te saluda desde la otra acera no sabes quién es, o porque directamente quedas con alguien y haces el ridículo de tu vida buscándolo. Sabes que eres gafo-dependiente cuando quedas para ver el futbol y no ves una mierda, porque cuando sales de tu barrio y no sabes dónde están las cosas y te las pones, o porque directamente te dicen: mira tío, que pasada, y tú respondes: no veo nada, es que no llevo las gafas.

Todos sabemos que son incómodas. Te duelen cuando las llevas mucho tiempo, se te quedan marcadas las señales en la nariz (súper erótico) o si te quedas durmiendo viendo una peli acabas como Barragán después de una borrachera: babado y con las gafas marcadas en toda la cara.

La solución muchos la tienen en las lentillas, pero a mí no me gustan las drogas, y sigo pensando que mis ojos aunque vean mal no tienen que ser sodomizados.

4 comentarios:

  1. Son un porsaco, desde luego. A mí siempre se me quedan marcadas pero por suerte lo mío sólo es el astigmatismo (y aún así, me toca las narices xD). Piensa que siempre te quedará esa droga de las lentillas.

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  2. Yo las perdí hace ya almenos 3 años y jode muchisimo que no veas si el del otro lado de la calle es tu amigo o no. llevandolas te ahorras muchos momentos incomodos por ejemplo si saludas a alguien y luego resulta que no lo conocias xD

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  3. Yo soy de los peores, como tú. Necesito las gafas para todo y no me las pongo para nada, lo que conlleva numerosas escenas ridículas de mi vida cotidiana. No veo la pizarra; no leo los carteles; siempre que quedo con alguien, lo busco desesperadamente y luego resulta que está a mi lado; me saludan y no se quiénes son...

    Aún así, yo no fumo eso que se hacen llamar lentillas.

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  4. Yo también me uno con Marcus, aunque sólo las necesite para ver de lejos, que no es poco.

    Cuántas veces habré reconocido a alguien por su forma de andar...!!

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